Por: WIllians De Jesus Salvador
La III Cumbre de la UE-CELAC, fue realizada en fecha 17 y 18 de julio, la cual tuvo lugar en Bruselas, en la que se dieron cita los 27 miembros de la Unión Europea (UE) y los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Este bloque de países suma más de 1000 millones de personas, que representan el 12.5 % de la población mundial.
La CELAC es un conjunto de 33 naciones de América Latina y Caribe, cuyo propósito es fomentar el diálogo político y la integración geopolítica, económica, social y cultural, así como defender los intereses comunes como naciones soberanas.
Las cumbres entre Estados son una forma de diplomacia directa muy relevante en el contexto de la globalización. Al estar más interconectado en el mundo, las cumbres se han convertido en espacios importantes para que los líderes de los países se reúnan y discutan temas de interés común, entre los que podemos enumerar:
– Cooperación en comercio, inversiones y desarrollo económico.
– Diálogo político y fortalecimiento de las relaciones bilaterales y regionales.
– Cambio climático y sostenibilidad ambiental.
– Seguridad y lucha contra el crimen organizado.
– Migración y movilidad humana.
– Educación, cultura y promoción de los derechos humanos.
– Reducción de la pobreza y desigualdad social.
En el primer día de la Cumbre, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leven, anunció que la Unión Europea invertirá 45 millones de euros en América Latina y el Caribe a través del programa europeo Global Gateway.
“Más de 135 proyectos ya está en el portafolio para implementarse, los cuales incluyen desde el hidrógeno hasta materias primas, expansión de las redes de cables de datos de alto rendimiento, producción de vacunas ARN”, según expresó la sra. Von der Leven en la apertura de una Mesa Redonda con líderes políticos y empresarios en la antesala de la cumbre.
El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, en su intervención aprovechó para referirse a esta importante iniciativa de cooperación económica del programa Global Gateway, y sobre este particular expresó:
“Somos socios comerciales y de inversión, y nuestras acciones conjuntas ya cubren una amplia gama de prioridades como la transición verde y digital justa, la economía sostenible e inclusiva y el desarrollo humano, incluidas la salud y la educación, así como la investigación, innovación y la desigualdad.”
Y refiriéndose a los fondos anunciados por la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leven, dijo: “En ese sentido, considero imperativo potenciar los recursos de las facilidades incluidas en el Global Gateway, vinculando los socios regionales como el BID, la CAF, el BCIE, El CDB, agencias líderes en el proceso de cofinanciar proyectos junto al BEI y la banca europea, como el Banco Africano de Desarrollo en la facilidad con la Comisión Europea”. Además, abogó para que fuese abordado la posibilidad de la reestructuración de la deuda externa y previsión de liquidez para detener la crisis de la deuda.
La Declaración de la Cumbre UE-CELAC 2023, está matizada por enunciados que van desde el compromiso de renovar y reforzar la alianza birregional, basada en valores e intereses comunes y lazos económicos, sociales y culturales.
Hay que subrayar, el compromiso asumido por los socios soberanos de fortalecer la alianza de la Unión Europea y la CELAC, para afrontar las múltiples crisis y desafíos actuales, como la inseguridad alimentaria, la pobreza, las desigualdades de ambas regiones, las perturbaciones de las cadenas de suministro y el aumento de la inflación. Reiteraron el compromiso de cooperar para mitigar los efectos adversos del cambio climático y la degradación medioambiental, poniendo de relieve el principio de equidad y responsabilidades comunes diferenciadas, según las capacidades respectivas.
La CELAC está compuesto por socios muy heterogéneos, hay gobiernos de derecha, conservadores e izquierda, independiente de su orientación política e ideológica, prima el sistema democrático, solo hay tres gobiernos que se consideran al margen de la convivencia democrática, por lo que la declaración de Bruselas fue elaborada con mucho tacto y prudencia, no obstante se enunciaron el compromiso de la adopción del respeto a los derechos humanos, ya sean civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, como están consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en tal sentido se solicitó prestarle atención y reconocer la importancia de garantizar la universalidad, objetividad y no selectividad cuando se trate de cuestiones relativas a los derechos humanos, al igual que la eliminación del doble rasero y la politización.
En este foro birregional en su declaración, se apeló a la Resolución A/77/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del 3 de noviembre de 2022, sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba, mostraron su oposición a las disposiciones legales y reglamentaria con efecto extraterritorial.
En la extensa Declaración de Bruselas, fue reafirmada la preocupación por la UE-CELAC, por el continuo deterioro de la seguridad pública y la situación humanitaria en Haití, instó a que continúen los esfuerzos regionales, subregionales e internacionales para apoyar al gobierno y los principales partidos políticos e instituciones y otros actores de la sociedad haitiana para que elaboren una hoja de ruta que les permita superar su compleja crisis.
La Guerra de Ucrania por su impacto geopolítico a nivel global, la Cumbre UE-CELAC, aprobó una resolución de condena moderada contra la invasión de Rusia en Ucrania, sin el apoyo de Nicaragua y con reticencias de Venezuela y Cuba, según declaró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en rueda de prensa luego de terminada la cumbre.
Esa declaración era percibida como fuera de contexto, por ser una Cumbre cuyo propósito era impulsar y renovar las relaciones económicas y comerciales entre ambos bloques birregionales, que tenían 8 años sin reunirse para revisar la agenda común en mundo matizado por grandes desafíos, además de la necesidad de redefinir la alianza UE-CELAC, frente a los avances y posicionamiento logrado por China en América Latina y el Caribe.