Por Osvaldo Santana
Aunque obviamente el presidente Luis Abinader se dirigió al país por las redes sociales el pasado domingo 13 de agosto, aparentemente su mensaje estuvo dirigido de manera marcada a un segmento de público con el cual ya hizo conexiones en las elecciones de 2020.
La selección de las redes sociales, el centro del discurso y el valor fundamental, la honestidad como eje que según sostiene orienta su gobierno, y que se constituye como valladar contra la corrupción denunciada en el pasado, estaría orientada a la recuperación de un mercado electoral con el cual hizo causa común en las famosas marchas verdes.
El lenguaje, la estructura interna del discurso, marcada por frases y oraciones cortas, y además, conciso, con una duración en vídeo de 2 minutos y 34 segundos, que desechó los medios tradicionales, sugiere con quién buscaba establecer un tipo de diálogo, “porque todavía hay desafíos que enfrentar, oportunidades para aprovechar y cambios que realizar.
“¿Cuál fue el reclamo que te hizo marchar? Habló Abinader a jóvenes y a adultos, para responderles: la honestidad, y agregó: La razón que nos trajo hasta aquí. El legado que me esfuerzo en honrar cada día.
Aunque no es abiertamente manifiesto, busca reagrupar una importante fuerza que se activó en el proceso electoral pasado que para esta ocasión es probable que haya perdido cohesión.
Y a ellos les habla cuando señala que la honestidad que lo empuja en la gobernanza “está garantizada ahora, con la designación de un Ministerio Público independiente”.
Muchos de los viejos marchistas pasaron al gobierno, pero otros quizás se sientan excluidos, desencantados, y quizás algunos frustrados por el desempeño y los resultados de la Administración.
Sin embargo, es lógico pensar que una decisión como presentarse de nuevo al electorado tenga un horizonte tan limitado, pero quizás en esta fase cobra importancia capital la recuperación completa de un segmento de la sociedad que se movilizó contra la corrupción y el cansancio del gobierno pasado.
Más allá del mensaje
Pero están todos los públicos, como la masa del Partido Revolucionario Moderno (PRM), el que apenas es mencionado en la alocución para anunciar su decisión de participar en sus primarias. Algo así como un trámite, un rigor que es necesario llenar, pero no deja de ser una prueba que pasará de manera fácil. Pero dada la dimensión de su figura, deben provocar una alta votación de los inscritos en el padrón, y, sobre todo, vencer arrolladoramente. En efecto, uno de sus contendores inscribió al otro día, el lunes, su candidatura y es seguro que reclamará que le cuenten sus votos.
Se trata de una prueba de valor desde el punto de vista orgánico. Su concurrencia le da la trascendencia, y siendo así tiene que producirse unas votaciones con resultados no solo abrumadores, sino transparentes, que no den lugar, incluso, al más mínimo alegato de sus potenciales contrarios, o que hagan denuncias que resten méritos a los mismos.
El otro público
Habría en este punto que preguntarse cómo interpretaría el resto del país un mensaje difundido de manera tan creativa en atención a los canales utilizados. Cuáles otros públicos les prestaron la atención debida. Y en la sociedad concreta, qué piensa el ciudadano simple, la gente, de la nueva carrera del presidente Abinader para tratar de seguir en el poder.
UN DETALLE
Un detalle, extrañamente, solo el periódico Hoy, edición impresa, reprodujo el mensaje completo. Sin embargo, esa versión no apareció en su página electrónica. Como si el propósito fuese que solo prevaleciera la versión oral, para el blanco de público escogido.
Versión completa del discurso de Abinader
A continuación, el texto completo del mensaje:
¿Cuál fue el reclamo que te hizo marchar?
La honestidad.
La razón que nos trajo hasta aquí. El legado que me esfuerzo en honrar cada día.
La mejor política, porque preserva nuestra democracia.
Honestidad garantizada ahora, con la designación de un Ministerio Público independiente.
Honestidad: El mismo valor que nos permite ser eficientes.
¿Recuerdas cómo estábamos hace tres años?
Calles desiertas, negocios cerrados y todos confinados en casa.
Había incertidumbre, pero ante cada desafío, mantuvimos una voluntad firme y nuestra esperanza nunca se desvaneció.
La honestidad ganó la confianza ciudadana.
Esa confianza me dio la determinación de trabajar incansablemente para obtener vacunas, cuando casi ningún país las conseguía.
Reabrir el turismo y reactivar el crecimiento económico que permitió recuperar los empleos perdidos.
Y frente a los efectos de una guerra inesperada, duplicar las ayudas sociales para proteger el presupuesto de tu familia.
¡Avanzamos por buen camino!
Ese mensaje no llegó al campo olvidado, llegarás de segunda manos., quizás por boca de hanzo.